Desde su apertura, el Museo Casa del Alabado ha buscado poner en valor el trabajo de los hacedores del pasado a través de la conservación y puesta en valor de una importante colección arqueológica precolombina. En este esfuerzo, el desarrollo de vínculos de trabajo con la comunidad de artesanos del presente ha sido de gran importancia. La ubicación del museo en el Centro Histórico de Quito nos ha permitido impulsar y participar en iniciativas de fortalecimiento de los patrimonios locales por más de una década. Esta experiencia se traduce hoy en encuentros culturales, proyectos educativos y activaciones junto a los vecinos del Centro Histórico de Quito. Se trata de iniciativas que desarrollamos de manera permanente a través de nuestro programa de mediación comunitaria.